Ni el Estado de Israel ni el pueblo judío necesitan que los defiendan con el mismo lenguaje o justicia que utilizan quienes se proclaman como sus enemigos, ya que de esa manera sólo se logra que sus adversarios tengan la excusa perfecta para seguir con sus prácticas xenófobas.
El odio sobre odio, sólo puede generar más odio y muertes. Es un proceso sin fin.
Para mitigar este tipo de conflictos, es cierto que se necesitan líderes políticos fuertes que entiendan la necesidad imperiosa que tiene occidente y el Estado de Israel, de poner un freno a la escalada atroz de los grupos terroristas que históricamente atentan contra el pueblo judío.
Son por eso bienvenidas las iniciativas que actualmente se están tomando en los Estados Unidos respecto al fanatismo musulmán. Sin embargo, las metodologías que se están aplicando en el país del norte para lidiar con el terrorismo, sólo trae una profundización de la situación y muestra de ello es la escalada antisemita en el propio EEUU.
Las actitudes discriminatorias históricamente crecieron con el fenómeno inmigratorio pero fundamentalmente, con los conflictos interculturales derivados de su desacertada gestión.
Marcelo Vorobiof, Contador (UNL), ex Presidente DAIA
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